Me sentí fatal después de gritar... en vez de quedarme más a gusto, me agobié más; ni los niños y niñas ni yo nos lo merecíamos, pero no me pude controlar. Fue el viernes pasado, a primera hora, al finalizar la sesión semanal del Taller de Problemas.
Estaba terminándose una semana muy intensa: dos tardes de cursillo, otra de reunión colectiva de padres y madres; sesiones en el aula de lectura, de expresión escrita, de cálculo; pruebas escritas de las unidades didácticas que habíamos terminado, continuar con la programación; acumulación de conductas disruptivas en el aula por parte de algunos alumnos... Al final de la sesión del Taller de Problemas, algunos niños y niñas estaban alterados, se levantaban del sitio, contestaban de malas maneras y sin hacer lo que se les pedía, sin trabajar...me sentí impotente y pasó lo que pasó. ¿Acumulación de tensiones?
¿De quién fue la culpa? Creo que de todos un poco, empezando por mí, pero seguro que también de los niños y niñas que no dejaban trabajar a los que sí querían y que estaban haciéndolo muy bien.
Esta situación se está repitiendo bastante en las aulas. A menudo oigo lo mismo de otros maestros y maestras. Pienso que a mí me está pasando porque intento que ningún alumno se muestre pasivo y ausente dentro mi aula, que no abandone las tareas y que intente progresar en la medida de sus posibilidades. Además pienso que, por circunstancias que me guardo, les he dado demasiada confianza y no han sabido separar el cariño y la comprensión que les muestro del respeto. También suelo realizar tareas que no están en el libro de texto, y ellos estaban acostumbrados a trabajar sin participar activamente en las clases. Las rutinas frecuentes en las aulas suelen ser: teoría y actividades del libro – corrección de las mismas – más teoría y actividades del libro… Actividades y tareas diferentes a las que están acostumbrado cuesta, y más si son ellos los que tienen que intervenir continuamente en clase.
Para intentar que no se repitan estas situaciones de crispación en el aula he estado reflexionando y buscando recursos. A continuación os dejo unos enlaces que he buscado y que veo que me pueden, nos pueden, servir para mejorar la convivencia en el aula:
- Técnicas de relajación en el aula.
- Mantener la disciplina en clase.
- Cómo estudiar y educar. (Recursos didácticos para alumnos, profesores y padres)
Espero poder trabajar mejor en clase, sobre todo por los alumnos y alumnas.
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